jueves, 9 de junio de 2011

Palacio de Versalles .



Luis XIV o Rey Sol.


Monarquía autoritaria, feudal y absoluta .

La monarquía autoritaria es una forma de gobierno que concentra poderes y territorios, y se basa fundamentalmente en la burocracia, en un sistema de impuestos, en la diplomacia, un ejército único y un sistema económico centralizado.
Esta monarquía era gobernada por un rey, de nobleza alta y hereditaria, tenía bajo su poder a vasallos y a campesinos, éstos últimos tenían que pagar obligatoriamente impuestos.
También puede ocurrir que el monarca pudiera estar controlado por los nobles poderosos y por el clero, ya que les debía muchos favores tanto económicos como políticos.


Monarquías feudales son las que se desarrollaron en el periodo de la Plena Edad Media en la Europa Occidental, caracterizadas por la imposición de monarquías hereditarias patrimonializadas en fuertes dinastías en el espacio de los reinos que surgen frente a los poderes universales (Papa y Emperador) y como cúspide de las relaciones de vasallaje. Su localización en el tiempo podría hacerse entre el siglo XI y el siglo XIII. La coincidencia temporal con las Cruzadas y la fase más expansiva de la Reconquista aumentó el protagonismo de estos reyes, que utilizaron estos procesos para volcar hacia el exterior la necesidad intrínseca del feudalismo por la guerra.


El concepto de monarquía autoritaria se reserva para los sistemas políticos en los que el poder político se concentra en el rey pero ha de mantener, de un modo pactista o en equilibrio, las peculiaridades territoriales y los privilegios individuales, familiares, territoriales (fueros) y de grupos de muy variada naturaleza (gremios, universidades, municipios), entre los que destaca un grupo en principio no privilegiado: la naciente burguesía enriquecida por el comercio y las actividades urbanas (incluídos los judíos), de la que extrae el rey buena parte de su poder económico; pero sin que pueda entenderse como una superestructura política de la burguesía o una forma de estado burgués. Al contrario, la monarquía autoritaria, a pesar de extraer su poder político del que pierden nobleza y clero (los estamentos privilegiados de la sociedad estamental que ha cristalizado tras la crisis de la sociedad feudal medieval), actúa como el mejor garante del predominio social y económico de éstos.


La guerra de los Treinta Años y la Paz de Westfalia .

La Guerra de los Treinta Años ( 1618 - 1648 ), que enfrentó a católicos y protestantes , finalizó con la Paz de Westfalia y significó la recomposición del mapa político europeo, con el ascenso de una nueva potencia, Francia, y el hundimiento del viejo Imperio de los Habsburgo .

Las hilanderas , Velázquez .

Una de las obras más interesantes y enigmáticas del pintor sevillano, sobre todo en cuanto al tema, es La fábula de Aracné. Fue pintado casi con total seguridad en 1657 para D. Pedro de Arce, Montero del Rey, aunque en el siglo XVIII ya figura en las colecciones reales. En primer plano vemos cinco mujeres que preparan las lanas para la fabricación de tapices. Al fondo, detrás de ellas, aparecen otras cinco mujeres ricamente vestidas, sobre un fondo de tapices. Esta última escena sería la que da título al cuadro ya que recoge la fábula en la que la joven Aracné, al presumir de tejer como las diosas, es retada por Atenea a la confección de un tapiz. El jurado dictaminó un empate pero Atenea castigó a Aracné convirtiéndola en araña para que tejiera durante toda su vida. Con esta fábula, Velázquez quiere indicarnos que la pintura es un arte liberal, igual que el tejido de tapices, no una artesanía como la labor que realizan las mujeres en primer término. Poner el mensaje en un segundo plano es un juego típico del Barroco. También hay quien piensa que se trata de una escena del obrador de la Fábrica de Tapices de Santa Isabel que el pintor solía frecuentar a menudo. Pero esto no sirve para explicar la escena de segundo plano. Trate sobre lo que trate, estamos ante una de las mejores pinturas, en la que Velázquez ha sabido dar sensación de movimiento, como se aprecia en la rueca de la izquierda, cuyos radios no vemos, y en la figura de la derecha que devana la lana con tanta rapidez que parece que tiene seis dedos. También hay que destacar el efecto atmosférico, es decir, la sensación de que entre las figuras hay aire que distorsiona los contornos y hace que las figuras estén borrosas. La pincelada no puede ser más suelta, utilizando manchas como en el caso del gato o el rostro inacabado de la mujer del centro, que está a contraluz. La luz viene de la derecha, siendo admirable que con tan limitado colorido se obtenga esa excelente luminosidad.

miércoles, 8 de junio de 2011

La Venus del espejo .


Es la única obra conservada de Velázquez en la que aparece una mujer desnuda, aunque sabemos que pintó alguna más. Por supuesto, nadie duda de su autenticidad, pero sí existen discusiones en torno a la fecha: unos piensan que la hizo en 1648 y otros que fue en Italia, entre 1648-1650. Lo que sí es cierto es que apareció en un inventario en 1651 como propiedad del Marqués de Eliche, gran amante de la pintura de Velázquez y de las mujeres, por lo que se piensa que puede representar a su esposa o a una de sus amantes. Quizá por despistar, el pintor coloca el rostro del espejo difuminado para así reflejar el cuerpo desnudo de la dama que el marqués amaba. Existen numerosas referencias en la obra: Rubens, Tiziano, Giorgione e incluso Miguel Ángel. Pero el sevillano supera a todos ellos y coloca a una mujer de belleza palpable, de carne y hueso, resaltando aun más la carnación gracias al contraste con el paño azul y blanco, o el cortinaje rojo que da gran carga erótica al asunto. Posiblemente esto provocó que una sufragista inglesa acuchillara el cuadro en 1914 con siete puñaladas que apenas sí se notan. Da la sensación de que el artista ha sorprendido a Venus mientras Cupido, resignado, sostiene el espejo en el que se refleja el rostro de la belleza, aunque lo que deberíamos ver sería el cuerpo de la diosa. En cuanto a la técnica, cabe destacar cómo el pintor utiliza una pincelada suelta, que produce la sensación de que entre las figuras circula aire, el famoso aire velazqueño.
La iglesia no aceptó del todo esta pintura debido a que una mujer desnuda no era el mejor tema para un cuadro .

Las meninas de Velázquez .



Felipe V.



Nacido en Versalles el 19 de diciembre de 1683, es el primer Borbón de la línea dinástica española. Heredó el trono español del último descendiente de la casa de Austria en España, Carlos II, que murió sin descendencia directa. Este rey le nombró heredero y a su muerte en 1700, el duque de Anjou subía al trono con el nombre de Felipe V. Pero la proclamación de rey de España no fue asumida por Austria que consideraba más legítimos los derechos al trono de su archiduque Carlos, lo que provocó un enfrentamiento entre el emperador de Austria y el rey de Francia Luis XIV. En 1701 mientras Felipe V juraba ante las Cortes castellanas, Inglaterra, Holanda, Dinamarca y algunos príncipes alemanes se alineaban por la Paz de la Haya junto a Austria en contra de Francia, partidaria de que el duque de Anjou heredara la corona española y no el archiduque Carlos de Austria, lo que condujo a la guerra de sucesión española, más tarde Portugal y Saboya se alinearían con los aliados y los estados aragoneses también. Pero finalmente, tras una serie de victorias de Felipe V y la muerte del emperador austriaco -que llevó al archiduque Carlos al trono del Imperio, alejándolo de su pretensión a la corona española-, se llegó a la paz tras la firma de una serie de tratados que concluyeron con la primera guerra europea del s. XVIII. El comienzo de su gobierno se caracterizó por el desmembramiento de las posesiones españolas en Europa y por la influencia francesa en la política española. Tras la muerte de su primera esposa, María Luisa de Saboya, contrajo matrimonio con Isabel de Farnesio, quien cambió el influjo francés por el italiano, inspirando una política exterior agresiva e intentando la revisión de los tratados de Utrech y Rastadt para recuperar las posesiones italianas; dicha política fue llevada a cabo por el Cardenal Alberoni, lo que provocó nuevamente la intervención de la cuádruple alianza, en este caso, Inglaterra, Francia, Provincias Unidas y Austria, potencias a las cuales les interesaba mantener el equilibrio resultante de Utrech. En 1724 abdicará en su hijo Luis pero la muerte prematura de éste le llevó a un segundo reinado, caracterizado por el acercamiento a Austria, Inglaterra y Francia y una política de reorganización interna. El 5 de noviembre de 1725 firma el tratado hispano-austriaco de Viena, renunciando a sus aspiraciones al trono francés y reconociendo derechos comerciales similares a los de Inglaterra y Holanda a la Compañía de Ostende, para conseguir la recuperación de Gibraltar y Mahón. Además, nombra primer ministro al holandés Ripperdá (1725). La alianza entre españoles y austriacos provoca el rechazo de las potencias europeas, estableciéndose la firma de Herrenhauses entre Francia, Inglaterra, Prusia, Holanda, Suecia y Dinamarca. La guerra se desencadena en 1726.
La llegada del Borbón supone reformas importantes para el país. Siguiendo el modelo absolutista, impone una centralización administrativa y política, suprimiendo la autonomía de Aragón y Cataluña y los fueros de aragoneses y valencianos. Excepto en Navarra y Vascongadas, las leyes castellanas se imponen en todo el territorio. Los últimos años de su reinado sufrió un desequilibrio mental que lo incapacitó para gobernar, muriendo en Madrid el 9 de julio de 1746 y dejando el trono a su hijo Fernando VI.

martes, 7 de junio de 2011

Las Lanzas, La Rendición de Breda , Velázquez .

Obra realizada para el Salón de Reinos del madrileño Palacio del Buen Retiro, actualmente destruido; se fecharía antes del mes de abril de 1635 y representa un episodio de la Guerra de Flandes ocurrido el 5 de junio de 1625. Tras un año de sitio por parte de las tropas españolas, la ciudad holandesa de Breda cayó rendida, lo que provocó que su gobernador, Justino de Nassau, entregara las llaves de la ciudad al general vencedor, Ambrosio de Spínola. Pero Velázquez no representa una rendición normal sino que Spínola levanta al vencido para evitar una humillación del derrotado; así, el centro de la composición es la llave y los dos generales. Las tropas españolas aparecen a la derecha, tras el caballo, representadas como hombres experimentados, con sus picas ascendentes que consideradas lanzas por error dan título al cuadro. A la izquierda se sitúan los holandeses, hombres jóvenes e inexpertos, cuyo grupo cierra el otro caballo. Todas las figuras parecen auténticos retratos aunque no se ha podido identificar a ninguno de ellos, a excepción del posible autorretrato de Velázquez, que sería el último hombre de la derecha; al fondo aparecen las humaredas de la batalla y una vista en perspectiva de la zona de Breda. La composición está estructurada a través de dos rectángulos: uno para las figuras y otro para el paisaje. Los hombres se articulan a su vez a lo largo de un aspa en profundidad, cerrando dicho rectángulo con los caballos de los generales. La técnica pictórica que utiliza aquí el artista no es siempre la misma sino que se adapta a la calidad de los materiales que representa, pudiendo ser bien compacta, como en la capa de la figura de la izquierda, bien suelta, como en la banda y armadura de Spínola. Breda volvió para siempre a manos holandesas en 1639.

Conde-duque de Olvidares , Velázquez .

Conde-Duque de Olivares

La fragua de Vulcano .


Pintado por Velázquez hacia 1630 en su primer viaje a Italia, fue posteriormente comprado por Felipe IV en 1634. El tema elegido está inspirado en las Metamorfosis de Ovidio: Apolo se acerca a la fragua de Vulcano para contarle la infidelidad de su esposa, Venus, con Marte. Al escuchar la noticia toda la fragua se queda petrificada: esta sensación la ha conseguido perfectamente el artista. Velázquez se ha puesto en contacto con el arte italiano, como se observa en las anatomías de los ayudantes de Vulcano, situados en diferentes posturas para demostrar el dominio de las figuras. También se advierte el interés mostrado por conseguir el efecto espacial, recurriendo a disponer figuras en diferentes planos, ocupando todo el espacio, relacionándose a través de líneas en zig-zag. La luz también ha experimentado un sensible cambio al modelar con ella las formas de los cuerpos que revelan la estructura de los huesos y músculos bajo la piel.

Los borrachos .


Posiblemente sea ésta una de las obras de Velázquez más famosas y reproducidas; fue pintada para Felipe IV entre 1628-1629, siendo pagada el 22 de julio de 1629. El artista quiso representar a Baco como el dios que obsequia al hombre con el vino, que lo libera, al menos de forma temporal, de sus problemas cotidianos, por lo que Baco se convierte en uno de los borrachos que participan en la fiesta, diferenciándose de los demás por su piel más clara. El asunto ha sido tratado como una escena realista y popular, del mismo modo que si estuviésemos ante una merienda de amigos en el campo; por esto el título original ha sido sustituido popularmente por "Los Borrachos".  La escena puede dividirse en dos mitades: la izquierda, con la figura de Baco muy iluminada, cercana al estilo italiano inspirado en Caravaggio, y la derecha, con los borrachines, hombres de la calle que nos invitan a participar en su fiesta. En esta obra, Velázquez introduce un aspecto profano a un asunto mitológico, en una tendencia que cultivará aún más en los siguientes años.

lunes, 6 de junio de 2011

Felipe IV

Obra realizada en la primera época madrileña del pintor Velázquez, entre 1623-1629, aunque sobre la fecha exacta hay enormes controversias entre los especialistas. Lo que nadie pone en duda es la autoría, avalada por los repintes que se observan en el cuadro, característica típica de Velázquez ya que no utilizaba bocetos preparatorios, trabajando directamente sobre el lienzo. Aquí se puede observar la corrección de la capa en la zona izquierda y la de la pierna izquierda que estaba avanzada, separándose ambas piernas. El artista tenía costumbre de introducir modificaciones posteriores en sus obras. Felipe IV viste traje negro y capa, como era la moda en la España del siglo XVII, apoya su mano izquierda en la espada mientras en la derecha porta un papel.

Vieja friendo huevos .




Entre las obras realizadas por Velázquez durante su etapa sevillana, Vieja friendo huevos es una de las pocas que se fechan casi con total seguridad, apostándose por el año 1618. Su popularidad ha hecho de ella una de las escenas más significativas del Barroco español. El asunto tratado por el maestro supone una absoluta novedad, ya que hasta ahora nadie se había atrevido a representar en la pintura española escenas tan aparentemente triviales como ésta. En primer plano vemos a una anciana cocinando unos huevos en un hornillo de barro cocido, junto a un muchacho que porta un melón de invierno y una frasca de vino. Ambas figuras se recortan sobre un fondo neutro, empleado para destacar aun más los contrastes entre la luz y la sombra, una de las características que le sitúan en la órbita del Naturalismo tenebrista. En la zona de la derecha contemplamos uno de los mejores bodegones del arte español, formado por varios elementos metálicos, vasijas de cerámica y una cebolla colorada. Para que el espectador pueda contemplar con más facilidad estos elementos, el maestro nos levanta el plano de la mesa y el hornillo de barro, empleando de esta manera una doble perspectiva con la que se anticipa a los impresionistas. El realismo de los personajes es digno de mención; la suciedad del paño con el que se cubre la cabeza la anciana o el corte del pelo del muchacho nos trasladan al mundo popular que contemplaba a menudo Velázquez. Incluso se piensa que la anciana podría ser el retrato de su suegra, María del Páramo, mientras que el muchacho sería un ayudante de su taller, posiblemente Diego Melgar. Los tonos empleados indican el conocimiento de obras de Caravaggio, bien a través de copias bien de grabados; así destaca el uso de los tonos ocres y pardos que contrasta con el blanco, reafirmando ese contraste la utilización de tonalidades negras. La minuciosidad de la pincelada, a base de pequeños toques que apenas son apreciables, contrasta con la factura suelta de sus últimas obras como Las Meninas. Más intrascendente es el debate provocado entre los especialistas por la manera que la anciana prepara los huevos, afirmando unos que los está friendo, otros que los está escalfando y otros que los cuece.

Biografía de Velazquez .



Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pintor barroco español, nació en Sevilla en 1599. A los once años inicia su aprendizaje en el taller de Francisco Pacheco donde permanecerá hasta 1617, cuando ya es pintor independiente. Al año siguiente, con 19 años, se casa con Juana Pacheco, hija de su maestro, hecho habitual en aquella época, con quien tendrá dos hijas. Entre 1617 y 1623 se desarrolla la etapa sevillana, caracterizada por el estilotenebrista, influenciado por Caravaggio, destacando como obras El Aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. Durante estos primeros años obtiene bastante éxito con su pintura, lo que le permite adquirir dos casas destinadas a alquiler. En 1623 se traslada a Madrid donde obtiene el título de Pintor del Rey Felipe IV, gran amante de la pintura. A partir de ese momento, empieza su ascenso en la Corte española, realizando interesantes retratos del rey y su famoso cuadro Los Borrachos. Tras ponerse en contacto con Peter Paul Rubens, durante la estancia de éste en Madrid, en 1629 viaja a Italia, donde realizará su segundo aprendizaje al estudiar las obras de Tiziano, Tintoretto,Miguel Ángel, Rafael y Leonardo. En Italia pinta La Fragua de Vulcano y La Túnica de José, regresando a Madrid dos años después. La década de 1630 es de gran importancia para el pintor, que recibe interesantes encargos para el Palacio del Buen Retiro como Las Lanzas o los retratos ecuestres, y para la Torre de la Parada, como los retratos de caza. Su pintura se hace más colorista destacando sus excelentes retratos, el de Martínez Montañés o La Dama del Abanico, obras mitológicas como La Venus del Espejo o escenas religiosas como el Cristo Crucificado. Paralelamente a la carrera de pintor, Velázquez desarrollará una importante labor como cortesano, obteniendo varios cargos: Ayudante de Cámara y Aposentador Mayor de Palacio. Esta carrera cortesana le restará tiempo a su faceta de pintor, lo que motiva que su producción artística sea, desgraciadamente, más limitada. En 1649 hace su segundo viaje a Italia, donde demuestra sus excelentes cualidades pictóricas, triunfando ante el papa Inocencio X, al que hace un excelente retrato, y toda la Corte romana. Regresa en 1651 a Madrid con obras de arte compradas para Felipe IV. Estos últimos años de la vida del pintor estarán marcados por su obsesión de conseguir el hábito de la Orden de Santiago, que suponía el ennoblecimiento de su familia, por lo que pinta muy poco, destacando Las Hilanderas y Las Meninas. La famosa cruz que exhibe en este cuadro la obtendrá en 1659. Tras participar en la organización de la entrega de la infanta María Teresa de Austria al rey Luis XIV de Francia para que se unieran en matrimonio, Velázquez muere en Madrid el 6 de agosto de 1660, a la edad de 61 años.

Cristo cruzificado .




Su autor es Francisco de Zurbarán .
Mide 290 x 168 cm .
La fecha es 1627 .
Se encuentra en el museo de Chicago Art Institute .
El cuerpo de este Cristo muerto puede compararse en igualdad de condiciones al Cristo Muerto de Velázquez, quien estudió al mismo tiempo que Zurbarán en Sevilla. El pintor extremeño recurre a todos los efectos del caravaggismo, como es el fondo oscuro sobre el que se aplica un tremendo foco de luz lateral; esto hace relucir fantasmagóricamente la piel blanca del muerto, limpia, sin sangre ni rasguños, incluso la herida del costado se disimula hábilmente quedando oculta por la sombra en el costado derecho. El efecto es el de un cuerpo en plena madurez, una plenitud espléndida que demuestra la perfección de Cristo, incluso más allá de la muerte. Las proporciones que Zurbarán plasma en el cuerpo son de un academicismo total, un auténtico estudio anatómico en la estela de los estudios italianos del siglo anterior. Las otras notas que caracterizan la imagen son el empleo de los cuatro clavos, en lugar de tres. El patetismo de la escena se compagina con su hermosura. Cristo acaba de expirar y su rostro cae sin vida. Todo el cuerpo cae y destaca contra la aspereza del leño que forma la cruz. Sobre ésta, la tradicional inscripción en latín y en hebreo reza el conocido I.N.R.I. Al pie de la cruz, como suele ser habitual en nuestro pintor, un papelito finge estar clavado en la propia cruz, sosteniendo su firma.

Escultura española .

La escultura española del siglo XVII es uno de los ejemplos más auténticos y personales de nuestro arte, porque su concepción y su forma de expresión surgieron del pueblo y de los sentimientos más hondos que en él anidaban.
Fueron los monasterios, las parroquias y las cofradías de clérigos y seglares los que impulsaron su desarrollo.
La escultura se vio así abocada a plasmar los ideales imperantes en estos ambientes, que no eran otros que los religiosos .
El asunto religioso es, por consiguiente, la temática preferente de la escultura española de este período, que parte en las primeras décadas del siglo de un prioritario interés por captar el natural .

Jardines de Sabatini .




Los Jardines de Sabatini son uno de los pocos espacios que tienen un nombre que no corresponde con la persona que creó el lugar sino con el autor que diseñó el edificio que anteriormente ocupaba este espacio madrileño. Es decir, antiguamente donde a día de hoy se encuentran estos jardines se levantaban las caballerizas que Carlos III mandó realizar a Francisco Sabatini, de ahí el nombre del jardín que no comenzaría a gestionarse hasta el año 1931 cuando se proclamó la Segunda República y el Gobierno incautó los bienes del Real Patrimonio cediendo los edificios que se levantaban en este lugar al Ayuntamiento de Madrid con el fin de que hiciera un parque público. Finalmente, y después de un concurso de ideas, fue el proyecto de Fernando Mercadal el que resultó ganador. Toda una joya de la jardinería que, después de la reforma en 1972 durante la cual se construyeron las monumentales escaleras, no debe dejar de visitar ningún madrileño.

domingo, 5 de junio de 2011

Palacio Real .



Su autor es Juan Bautista Sachetti .
Se constuyó en 1738 .
Se encuentra en la Plaza de Oriente .

Plaza Mayor de Salamanca .



Su autor es Alberto Churriguera .
Fue constuida en 1728 - 55 .
En esta palza de encuentra el Ayuntamiento.

Escultura ecuestre de la plaza de Oriente .




En los jardines de la Plaza de Oriente de Madrid, entre el palacio real y el teatro real, se halla la estatua ecuestre del rey Felipe IV de Augsburgo, realizada en 1640 por el escultor florentino Pietro Tacca. Se alzan monarca y caballo en un elevado pedestal rodeado de esculturas, relieves y estanques. Un monumento de los más admirados de Madrid, por belleza y elegancia, que inauguró Isabel II en 1843, y que cuenta con lo que otros no tienen: la relevancia de las personas que intervinieron en su ejecución..

Escultura ecuestre de la Plaza Mayor .



En el centro de la plaza se encuentra la estatua ecuestre de Felipe III que fue comenzada por el escultor italiano Juan de Bolonia (Giambologna) y terminada por su discípulo Pietro Tacca en 1616. Fue regalada al rey español por el entonces Gran Duque de Florencia, estando inicialmente situada en la Casa de Campo. Fue en 1848 cuando la Reina Isabel II ordena su traslado desde su emplazamiento anterior a la Plaza Mayor. Actualmente, en el pedestal, figura esta inscripción: "La reina doña Isabel II, a solicitud del Ayuntamiento de Madrid, mandó colocar en este sitio la estatua del señor rey don Felipe III, hijo de esta villa, que restituyó a ella la corte en 1606, y en 1619 hizo construir esta Plaza Mayor. Año de 1848".

Plaza Mayor .




Su autor es Juan Gómez de Mora .
Fue construida en 1617 .

La incredulidad de Santo Tomás .




Su autor es Caravaggio .
Fue pintasda en 1601 - 02 .
Se encuentra en el museo de Neues Palais . 
La obra nos muestra el momento en que Cristo resucitado se ha aparecido a sus discípulos, pero Tomás aún no cree en su identidad , por lo que Cristo mete uno de sus dedos en la llaga del costado . Este hecho, es la mayor prueba física del reconocimiento de Cristo , la definitiva demostración de su regreso desde el reino de los muertos . 

Cena de Emaus .


El autor de esta obra es Caravaggio . 
Fue pintada en 1600 - 01 .
Se encuentra en el museo : National Gallery de Londres .
Mide 141 x 196 cm .
Esta escena narra a Cristo resucitado . Éste encontró a 2 de sus discípulos en el camino de Emaus . Ellos no le reconocen hasta que bendice el pan y el vino . 
Cristo se encuentra en el centro y los discípulos a su alrededor . 
Esta pintura fue un poco criticada debido a que contenía elementos inapropiados . Uno de ellos fue el cesto que adornaba la mesa , copiado literalmente del Cesto de Frutas , se censuró el que contuviera frutos de otoño , cuando la resurreción había tenido lugar en primavera . Pero cada fruta tenía su simbología : la manzana el pecado original, la granada a la pasión , etc. 
Los gestos y las posiciones de los personajes también nos indican el verdadero significado de la escena : Cristo bendice el pan con el mismo gesto del Dios Creador del Juicio Final de Miguel Angel . Pedro extiende sus brazos en el mismo gesto de un crucificado , como lo fue Cristo . Otro detalle es la sombra del criado , no se proyecta sobre Jesús , debido a que aparece iluminado por una luz interna . 

sábado, 4 de junio de 2011

Fontana di Trevi .


La Fontana di Trevi es fuente barroca más grande de Roma con 25,9 m de alto y 19,8 de ancho.
Situada en el cruce de tres calles , marca el punto final de uno de los antiguos acueductos que suministraban agua a Roma, supuestamente con la ayuda de una virgen. 
Uno de los mitos de esta fuente es : el lanzamiento de una moneda asegura que quien lo hace volverá a Roma, dos que se enamorará de una guapa romana (o romano) y tres que se casará con ella (o con él) en Roma.
Esta fuente fue construida por Bernini .